11/26/2006

EL OCASO DEL SOL

Soñé un hombre pintado de colores De sus ojos salían ases rojos y amarillos De sus manos brotaban plumas y lanzas tornasoles Brillaba como un Rey Inca envuelto en sus vestiduras doradas Coloreaba madrugadas llenas de sueños y utopías Sería un diputado del sol Un revolucionario....¡compañero! Éramos tú y yo jugando con la poesía Éramos nosotros mensajeros de una aurora boreal Que fue extinguiéndose al llegar el invierno. -la lucha- le grito, las lágrimas el silencio oscuro; la indiferencia Despertaste, por cierto, como un sonámbulo Ausente del mundo al cual asistíamos Tus ojos se volvieron opacos sin brillo Te busco desde el fondo Y el que fuiste para mí ha desaparecido. Las palabras, los cantos, Las risas felinas ya no estallan en mis oídos No estás, sin embargo, ya no existes Deambulas en marchas nocturnas Hipnotizado de vaginas que no son la mía jugos oxidados que enmohecen tus sentidos. Sigues allí, androide de Ganímedes Se acabó el mito, Solo tus fantasmas devoran tus entrañas (día a día) El ocaso desciende Y el día ha oscurecido